La de tus ojos.
Tal vez como la que a mi alma invade...
Ese ser y no ser
en tanto poseer y no,
lo deseado.
Cuando hace mella en mi latir
tu corazón de distancia
que camina en su soledad
extraño de mis pasos.
Tal vez como la que a mi alma invade...
Ese ser y no ser
en tanto poseer y no,
lo deseado.
Cuando hace mella en mi latir
tu corazón de distancia
que camina en su soledad
extraño de mis pasos.
Que muero en lo ambiguo de sentir
y desear que no...
Para no caer en ese abismo,
almácigo de las angustias.
Crisol de mi soledad sin ti...
Reverberación de sonidos en el aljibe
que agitan mi desesperación...
Y estás sin embargo...
¡Cómo decirte!
Cómo explicarte...
si acaso es lo que sientes
y comprendes...
Te acompaña un brillo en tus ojos
cuando muerdes tus labios...
Amengua, mi soledad,
nuestra soledad tal vez.
Pero la nostalgia
rodea el plantío del amor...
Invade.
Hiere.
Como un clavel del aire
se adentra
en el tronco rudo de mi pecho.
y desear que no...
Para no caer en ese abismo,
almácigo de las angustias.
Crisol de mi soledad sin ti...
Reverberación de sonidos en el aljibe
que agitan mi desesperación...
Y estás sin embargo...
¡Cómo decirte!
Cómo explicarte...
si acaso es lo que sientes
y comprendes...
Te acompaña un brillo en tus ojos
cuando muerdes tus labios...
Amengua, mi soledad,
nuestra soledad tal vez.
Pero la nostalgia
rodea el plantío del amor...
Invade.
Hiere.
Como un clavel del aire
se adentra
en el tronco rudo de mi pecho.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas