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martes, 1 de mayo de 2018

Andamios infinitos

Suena.    Resuena.

Sordo rumor de insondable distancia.
Los sueños navegan en un océano de nubes.
La lejanía cuelga lianas dolorosas en el corazón/
    y es un vértigo azul la remota esperanza.

Oasis/
Fuentes doradas/
Espejismos de soles y estrellas.
A prisa corren los perros hambrientos del alma.
Los errabundos de la tierra transitan sobre espejos...
Reflejos de celaje embelesante.
Reflejo interminable...
¡Tan sólo campos de hielo!

El espíritu temerario
    ensambla andamios infinitos/
...y la estrella es anhelada aún...
¡Tenue luciérnaga de lo remoto!

Heme aquí
    dios de musgo y penumbra
        sobre los tejados humildes...
donde el fresco rocío
    arroja destellos/
brillo incipiente/
luz cercana de un nuevo amanecer.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas


lunes, 22 de mayo de 2017

Cornisa del amor

Corazón
no me digas que no...
La pasión ya está allí!!
Aún sin qué, 
ni sin quién...
Porque yo sé,
lo percibo,
lo veo, 
lo siento,
que te brota
por los poros de la piel.
A raudales desde tus ojos
en que me hundo...
Desde tu pelo,
que desgrana
como rocío vaporoso
del amanecer...
Desde tu sangre,
azuzando
a tus hormonas
desde los confines
de tu cuerpo...
y hay un galopar desbocado
bajando
en las ansias de tus torrentes
dibujando arabescos
en la cornisa del amor.

Autor: Juan C. L. Rojas
https://todo-es-uno.blogspot.com.ar/search?q=amor+

miércoles, 6 de julio de 2016

Fugaz

Y qué se dice de la tarde,
adentrándose en el anochecer...
Quietud de manos y ojos
reposando de la luz,
espera suave,
paciente,
al resplandor de las estrellas,
de La Estrella...
que brilla y ronda
en mi sendero
suburbial.
Manto continental de penumbras,
sumergiéndose,
bajo el terciopelo de la noche...
en la intimidad de sus caricias...
Y que se dice de la tarde
que te tiene
en sus ojos sorprendidos,
desprendidos del rostro del amor...
tímido candor
teñido del ocaso.
Y no es un ocaso
ni tu nombre
ni tu rostro...
con esos ojos tuyos
que parpadean en el éter
acercándome en sus ondas
la presencia viva
de tus manos
en las mías.
...Y qué diré de la tarde
donde creces en mi pensamiento
cuando no apareces,
apareces,
desapareces,
entre esas nubes tímidas
que te celan...
Y es cuando la luna
velada de rocío
me hace un guiño
para al fin
enviarte hacia mi
en el regocijo
fugaz
de un sueño.

sábado, 7 de mayo de 2016

Jaicus en la madrugada

Miraba al cielo.
Sobre el paño tendido
vierte el rocío.
Pilas de libros
dibujaban fantasmas
en la pared.
Ya amanecía
y los ojos abiertos
soñaban el sol.
Un perro ladra
y oscura letanía
despierta al alba.
Rumor de lluvia
enciende la techumbre.
Dormita el alma.