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sábado, 17 de marzo de 2018

Sigue!!

Para qué salvarse... Pregunto.

¿Sólo para ir más allá?
¡Ya alguien levantará tu bandera!

¡No te asustes si los timbales
    resuenan en tu pecho
para la señal 


de la carga última y sorpresiva!
Ve por el sendero 
¡augusto!...
Con la voluntad hacia adelante
pero libre...

¡Ya habrá de emerger 
por instinto colectivo
la unión fuerte 

de las manos combativas!

¡Ya alguien dijo... 

"no te salves"...
Ya no pienses en misiones inconclusas
    ni baluartes conquistados...

¡Sólo ve!... 
¡Ve por el sendero incierto del ocaso!
O ven, 
de nuevo/
desde el fantasma astral y esperanzador
    de la aurora.

Observa ¡qué bello es el soláceo color 
    de las hojas de otoño rozando tu pelo al caer! 
Relajadas bajan,
acaso una forma de dejarse elevar...
en un leve torbellino que juguetea con la vida
    y con las muertes...

Son caras de una misma moneda 

la que debes elegir.

¡No hay otra consigna, que, avanzar!... 
¡Sigue!
Recuerda: ¡No es que la vida te debe!
¡Tú, le debes a ella!...
Emociónate con esa ventaja del crédito.

Es sólo a partir de creer 
   que habrá de ser posible crecer. 
Si te detienes...
sea sólo para más fuerza.
 Debes seguir...
¡Sigue!

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

lunes, 31 de octubre de 2016

Recostado en tu cuerpo

¿Sabes?... Lo sabes. Que no siempre se trata de andar el camino, ni seguir una huella ni de trotes ni galopes... Que no se trata de mirar hacia algún lugar que detecte horizontes, ni en ton anhelante develar estrellas entre densas tinieblas... Y eso lo sabes cuando vengo hacia ti, a recostarme en tu cuerpo, lejos del sendero a tus pies, mientras los mios se refrescan en el arroyo que pasa... que pasa como la vida jadeando rumores en crecidas y bajas en olas y espumas diluida allá en horizontes de mar... Mientras tu cabellera obsequia de oportunas caricias a esta frente cansada marcada de auras azules... mueves, alentadas de brisas tus formas de verde sideral... Allí veo el relumbre del sol, donde en otros momentos en el mismo lugar he visto alienantes negruras... No se trata siempre de andar, vivir también es vibrar en la emoción de sentir, en un bello instante gozar... Es momento de paz, este en que salí del camino y cerré mis ojos bajo tu sombra y verdor... Ahora despejo la bruma en cósmico silencio... recupero mi corazón en tizón encendido, y bebo la luz copiosa en tu dulce caudal de sauce de sed y fervor.


Juan Carlos Luis Rojas

sábado, 24 de septiembre de 2016

La inconfundible letra de Enrique Santos Discépolo

Tormenta

Aullando entre relámpagos,
perdido en la tormenta
de mi noche interminable, Dios,
busco tu nombre.
No quiero que tu rayo
me enceguezca en su fulgor
porque preciso luz para seguir...
Lo que aprendí de tu mano
no sirve para vivir.
Yo siento que mi fe se tambalea,
que la gente mala vive, Dios,
mejor que yo.
Si la vida es el infierno
y el honrao vive entre lágrimas,
cuál es el bien
del que vive en nombre tuyo
limpio, puro... para qué.
Si hoy la infamia da el sendero
y el amor mata en tu nombre, Dios,
lo que ha besao,
el seguirte es dar ventaja
y el amarte, sucumbir
al mal.
No quiero abandonarte, yo,
demuestra una vez sola
que el traidor no vive impune, Dios,
para besarte;
enséñame una flor
que haya nacido
del esfuerzo de seguirte, Dios,
para no odiar
al mundo que me desprecia
porque no aprendo a robar.
Entonces de rodilla en los guijarros
hecho sangre, moriré con vos.
¡Vení, Señor!
Si la vida es el infierno
y el honrao vive entre lágrimas,
cuál es el bien
del que vive en nombre tuyo
limpio, puro... para qué.
Si hoy la infamia da el sendero
y el amor mata en tu nombre, Dios,
lo que ha besao,
el seguirte es dar ventaja
y el amarte, sucumbir
al mal.

Letra y música: Enrique Santos Discépolo